Políticamente incorrecto

martes, 17 de enero de 2012

Rebelémonos ante los nuevos fantasmas

Tres noticias aparecidas estos últimos días son las que me motivan a escribir esta entrada. Si bien dos de ellas, podrían fusionarse en una misma.

Una es la subida de impuestos (IRPF e IBI) que ha llevado a cabo el gobierno del PP nada más llegar al poder. No cabía otra alternativa, dijo Rajoy. Han pasado sólo dos mes pero como todos sabemos, antes de las elecciones proclamaba lo contrario.

Otra de las noticias fue escuchar a Carme Chacón en un acto de campaña por su candidatura a la secretaría del PSOE hablando de los recortes llevados a cabo por Rajoy. “Que no nos engañen", decía Carme, "el próximo tijeretazo será en Andalucía, que no vayan contra las clases medias ni contra los trabajadores”. También han pasado sólo dos meses, pero ella misma parece haber olvidado que formó parte, junto con Rubalcaba, del gobierno de Zapatero. Los dos apoyaron las medidas de recorte y subida de impuestos de éste.

Yo lo hice y ahora lo critico. Yo lo critiqué y ahora lo hago. Para dentro de unos años cambie usted el orden de los factores y obtiene: bipartidismo irresponsable. ¿Pretenden engañarnos? Es más, ¿Pretenden hacerlo de una manera tan descarada?
Porque, eso sí, en lo sustancial están completamente de acuerdo, y sin hablarlo. Los dos, PP y PSOE, han decidido que seremos los ciudadanos los que paguemos las consecuencias de la crisis mientras mantenemos un estado que derrocha millones en instituciones duplicadas o triplicadas que realizan el mismo servicio, consejos administrativos, etc. , que solamente sirven para “enchufar” a los suyos sin asiento en primera fila. Se prevé que con la subida de impuestos de Rajoy se reduzcan gastos en 8.900 millones de euros y se recauden 6.900 millones, lo que me suman 15.800 millones de euros.  Según el informe realizado por UPyD en abril del 2010 (en dos años da tiempo a hacer muchas cosas), las duplicidades y redundancias generadas por los cuatro escalones administrativos del país cuestan 32.300 millones de euros al año. Ahí queda el dato.

Se adelantaron las elecciones por la urgencia de la situación insostenible del país y seguimos de la misma manera. Aún en obras.
Tenemos que reformar una casa que al cabo de años de descontrol se encuentra en estado de ruina y amenaza con derrumbarse. Pero los dos grandes se niegan una y otra vez a meter mano a la estructura. Quizá sea por miedo a cabrear a algún inquilino (léase nacionalistas o regionalistas). Sí, esos que les chantajearían sin límite con tal de acomodar a todo lujo su habitación. Sin darse cuenta de que ésta no permanecerá ingrávida si el edificio se viene abajo. Dando por hecho la insolidaridad con sus vecinos (su antónimo, solidaridad, es esa por la que nos ponemos pins y chapitas en la chaqueta).

A estas alturas de la película, en la situación de crisis económica y política en la que se encuentra España, no me sorprende que los dos grandes partidos que tienen opción de gobernar no estén a la altura de hacerlo y además hayan renunciado a ello.
Lo que me sorprende y me preocupa es que la sociedad haya tirado ya la toalla o esté pensando en hacerlo. Que se haya resignado a la mediocridad.  A aceptar que le traten como a un ente sin opinión, sin capacidad para decidir y a dejarse engañar con el consuelo de quejarse después y mandar a los políticos en su conjunto ahí mismo. No nos engañemos, la política influye en nuestra vida. Pasar de ella es merecer lo que tenemos. Quizá debamos hacer algo más que quejarnos. Pasemos de “La ira del español sentado” a la regeneración democrática “en pie”, que no tiene ira, sino hartazgo y compromiso.

Sí, falta la tercera noticia. Y esa es la muerte de Manuel Fraga (no voy a decir fallecimiento por eso de hacer honor al título del blog). Personalmente, no seré yo quien le halague, pero tampoco abriré un frente contra quienes lo hacen. Sorprende el revuelo generado y pasiones encontradas respecto a su muerte.
¿Por qué abrir zanjas, antes inexistentes, entre nosotros? ¿Por qué rebelarnos ante viejos fantasmas mientras seguimos dormidos ante las injusticias actuales? Rebelémonos (en el sentido democrático y pacífico de la palabra) antes los nuevos fantasmas, que son la crisis económica y política. Despertemos de este letargo porque quizá cuando lo hagamos sea demasiado tarde y nos pille discutiendo, por ejemplo, sobre la Inquisición.

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