Suelo escribir habitualmente algún que otro sencillo artículo sobre política, pero pocas veces me he quedado -como me ocurre con este post- con el cursor parpadeando tras la primera línea...
Quiero escribir esta vez sobre Rosa Díez, unos días después de que interviniese por última vez como portavoz de UPyD en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde se celebró el Congreso Extraordinario. Y no es fácil, al menos para los que ya llevamos un tiempo en la misma aventura política que ella ha liderado hasta ahora. Son tantos los momentos vividos -buenos y malos, alegres y tristes- tantas las experiencias, tanto lo aprendido... que uno no sabe por dónde empezar. Es por eso que relataré mi experiencia personal , y así doy la oportunidad de conocerla a quien le interese.
Para cuando vi a Rosa Díez el año 2008 en la manifestación estatal por la libertad del Sahara Occidental, esta política ya había conseguido despertar una pequeña curiosidad en mi. En un panorama político en el que imperaba un bipartidismo aplastante no era habitual escuchar a un político ejercer su libertad de expresión dentro de su partido para contradecir las políticas (no las personas) que, en este caso, el PSOE había decidido llevar a cabo. Mucho menos que un eurodiputado abandonase su acta -y su espectacular sueldo- sin tener obligación legal de hacerlo. Es decir, por coherencia política.
Por aquel entonces y debido a mi juventud no conocía demasiado a esta mujer que, como he podido comprobar después, tanto ha contribuido a defender la democracia en España. Sin embargo, ese rasgo inusual en la política española del que hablaba hizo que su nombre me sonara diferente al resto de dirigentes políticos españoles, los cuales no me producían el más mínimo interés.
Tras verla detrás de un pancarta con el logo de UPyD en la que decía "Sahara Libre", y dado mi compromiso e interés con la causa, decidí investigar más sobre ella y el partido que lideraba. Leí su manifiesto fundacional y me di cuenta de que aquello era lo que realmente quería para mi país. Además, me di cuenta de que aquella mujer estaba luchando contra viento y marea, sin apoyos mediáticos ni financiación, por unas ideas políticas que además eran las mismas que yo defendía.
Desde entonces comencé a seguir cada día la actividad política de aquel nuevo partido y un tiempo más tarde decidí afiliarme para contribuir en la medida de lo posible con ese proyecto político. Así, y para centrarnos ya en esta mujer que no se despide pero deja de ser la portavoz de UPyD, puedo saltar hasta el día de hoy. Es evidente que en toda una trayectoria política hay errores o decisiones con las que puedes estar más o menos de acuerdo, pero puedo decir después de todos estos años que nunca me he sentido traicionado por Rosa Díez ni mucho menos engañado. Nunca he visto que una sola de las propuestas que los afiliados le encomendábamos defender como portavoz, cayese en saco roto. No puedo decir lo mismo de otros compañeros que por determinadas circunstancias electorales y mejores expectativas en otros partidos, ya no están con nosotros.
Rosa Díez es una mujer con carácter -algo positivo para mí- , valiente y honrada que pone sus ideas y compromisos políticos por encima de cualquier interés accesorio o personal porque sabe que es la única manera de que acaben triunfando. El stablihsment político y mediático ha ido a por ella -una de las políticas mejor valoradas hace muy poco- a degüello. Nunca pudieron sacarle un solo caso de corrupción o una propuesta de su programa traicionada y por eso decidieron silenciarla o hablar mal de ella si se hablaba para desgastar su imagen.
UPyD siempre se ha identificado con la figura de su portavoz, algo que fue necesario y muy eficaz para lograr representación en el año 2008 ante unas condiciones casi imposibles. Esa identificación es a lo único que han podido agarrarse quienes pretenden acabar con este proyecto. No es que fueran contra Rosa Díez porque le tuvieran manía -que muchos se la tenían- sino porque era la única manera de intentar cargarse a un partido que representa una amenaza para la vieja política y su reparto de las instituciones. No quieren acabar con Rosa Díez sino con el proyecto que ella representa y la actitud con la que lo defiende. Es decir, pretenden acabar con un partido insobornable a la hora de defender la igualdad entre españoles y la regeneración democrática. Pero no lo van a conseguir porque UPyD no es solo Rosa Díez, en contra de lo que llevan años predicando, y está formado por gente valiosísima, incansable y con la misma actitud firme, coherente e insobornable que su hasta ahora portavoz.
A Rosa toca agradecerle su labor y lucha infatigable durante estos últimos años. En el II Congreso celebrado en noviembre de 2013, Rosa Díez tomó la palabra tras ser reelegida por todos los afiliados de nuevo como portavoz de UPyD con el 93 % de los votos. Leyó un mensaje que un simpatizante le envió a su página de facebook , en el que le decía "espero que nunca me traicionéis". La recién elegida portavoz de UPyD por aquel entonces agarró el micrófono con decisión y expresó ante los presentes: "Puede que nos equivoquemos, también puede que nos cansemos. Si unos se cansan, otros tomarán el relevo, pero lo que nunca haremos, será traicionar a nadie".
Desde este blog quiero agradecer a Rosa Díez todo lo que ha hecho por este país y por UPyD. Gracias por no renunciar nunca a tus principios, fueran bien o mal dadas. Gracias por defender la democracia hasta el punto de arriesgar tu vida para ello. Gracias por no resignarte al clima político acomodaticio y seguir luchando con tus convicciones y sin ningún medio ni apoyo mediático para lograr mayor libertad e igualdad para los españoles. Quiero agradecerte también desde aquí que confiaras en mí para que formara parte del órgano de dirección en uno de los momentos más difíciles para este partido.
Pero sobre todo, Rosa, gracias por cumplir tu palabra y no traicionarme. Porque con esa actitud de la que carecen tantos políticos a día de hoy en España, has conseguido que un escéptico de la política vuelva, no solo a confiar en ella, sino también a apasionarse por cambiarla.
me ha encantado tu escrito
ResponderEliminarMuchas gracias, Almudena. Me alegra ;)
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