En política es importante que un partido tenga claras sus ideas, su forma de afrontar los retos que se le presentan y los problemas de los ciudadanos de su país, así como buenas recetas para solucionarlos. Pero no es lo único que se le pide a un partido político, o al menos a uno que aspire a ser una alternativa seria y sirva como instrumento al servicio del ciudadano, que por cierto, es el único fin de un partido político a pesar de que esto olvide con demasiada frecuencia.
No menos importante resultan sus principios éticos y políticos o lo que es lo mismo, que esté bien definido aquello que el partido nunca hará o permitirá. Por ejemplo, en UPyD hemos decidido que bajo ningún concepto permitiremos imputados en nuestras listas, no entraremos a formar parte de los consejos de administración de las cajas de ahorros, ni participaremos del reparto del poder judicial entre partidos. Creemos en la separación de poderes.