Hoy
estoy mucho más tranquilo. Y es que sé que a partir de hoy, 8 de Junio, todos
empezaremos a cambiar nuestra actitud para mejorar el mundo y las relaciones
humanas. Veo cantidad de famosos, personalidades, amigos, compañeros que hoy le
han dado la vuelta a una prenda de vestir o a su avatar en una red social para
mostrar su disposición a cambiar el mundo a través de la campaña "Somos". No sé como no me había dado cuenta
antes de que hubiera tanta gente dispuesta a cambiar el mundo. Será que no
notaba sus efectos. El mundo es un ente abstracto maligno que nos ataca a
todos. Es algo externo a nosotros y a nuestras posibilidades. El mundo no lo
hemos hecho nosotros a nuestra imagen y semejanza.Es una imposición
involuntaria.
Vale
bien, pero habrá que cambiarlo en cualquier caso, ¿no? Pues sí. Pero seamos
sinceros, a partir de hoy, ¿Quién va a hacer algo más que darle la vuelta a una
foto o a una prenda de vestir? A mí estas campañas de autocomplacencia me
irritan de una manera que algunos creerán ilógica. Pero es que no soporto la
hipocresía humana extendida. Nunca he pensado que un apagón de luz momentáneo sirviera
para concienciar a la gente de la importancia del ahorro energético o de la
contaminación. Después de ese apagón,
¿realmente alguien ha disminuido su consumo energético diario sin que la razón
sea ahorrarse un dinero? En realidad es más una forma de dar el pego, una foto por el compromiso, tranquilizo mi conciencia y a otra cosa mariposa. Como esa foto del futbolista con un niño africano en brazos, enternecedora. Pero sólo eso, enternecedora.
Vivimos
en una sociedad que quiere cambiar el mundo empezando por el mundo en vez de
empezar por su casa, sus amigos o las pequeñas cosas. Porque el mundo no es más
que la unión de infinitos mini- mundos en los que pululamos nosotros. Un mini-mundo
en el que todos quieren ser más que su vecino. Un mini-mundo en el que la
envidia es el origen de todos los males y en el que nadie está dipuesto a
sacrificar nada por el otro ni a quedar por debajo.
El
mundo no está mal porque sí. Está mal porque yo puedo tener unas zapatillas de
Nike o un chándal de Adidas mientras al trabajador que las fabrica en un país
subdesarrollado le pagan una mierda o explotan a niños para ello. El mundo está
mal porque nuestros gobernantes, que tampoco son impuestos sino elegidos por
los integrantes de los pequeños mini-mundos que forman el gran-mundo que
queremos cambiar, coquetean con países dirigidos por dictadores que explotan y
dejan morir de hambre a sus habitantes. Porque para poder disponer de nuestro
suministro de fosfato o de pesca en el Sahara, aceptamos arrodillarnos ante el
dictador de Marruecos y permitir que éste siga masacrando a un pueblo privado
de libertad desde hace más de 30 años.
No nos
engañemos, somos todos responsables de que el mundo esté como está. Que una
pequeñísima parte del mundo se aproveche de los recursos de todo el planeta es
responsabilidad de todos los que nos aprovechamos. De las zapatillas nike y el Iphone 4S – the
most amazing Iphone yet. Pero eso sí, yo le doy la vuelta a algo y
asunto terminado. Ya estoy perdonado. Y si la iniciativa es seguida por toda la
sociedad, ¡genial, la sociedad es estupenda y solidaria!
Ya que sabemos como funciona el mundo, por lo menos no
seamos hipócritas. Que conste que no tengo nada en contra de las ONGs que han
convocado esta campaña. Al contrario, si alguien puede decir que colabora para
cambiar el mundo de verdad, son estas ONGs. Lo que critico es ese sentimiento
de buenismo falso y autocomplacencia generalizado por toda la sociedad. Ojalá
mañana, con la camisa del derecho, empecemos a trabajar por un mundo mejor
desde nuestro entorno.